lenguaje signado
Esta práctica consiste en la realización de actividades para
introducir a los niños de infantil en un lenguaje que no es oral sino signado;
es un lenguaje no conocido por ellos generalmente y por esa razón entendemos
que es necesario que conozcan un poco sobre este tipo de lenguaje. Esta
práctica también sirve para futuros docentes que puedan tener en el aula un niño
sordo y puedan trabajar con los demás niños para integrar al niño con esta
dificultad.
Esta actividad va dirigida a los niños de 5 niños, para introducirles el lenguaje signado y enseñarles que no solo la forma oral es la única manera que tenemos para comunicarnos, les explicaremos que hay personas que necesitan de este lenguaje signado para comunicarse con los demás puesto que tienen deficiencias, no pueden hablar, oír y en ocasiones tampoco pueden ver.
La unidad didáctica que vamos a proponer es la de las frutas, en la asamblea les introduciremos el tema preguntándoles que frutas conocen, en el que seguramente saldrán las frutas más típicas. Luego les diremos que hay niños que no oyen el nombre de estas frutas, por lo que les preguntaremos como se lo dirían a esto niños.
Una vez escuchado a todos los niños pasaremos a mostrar las diferentes tarjetas en las que primero dirán ellos la fruta y luego se les enseñará como se dice en la lengua de signos. Cuando hayamos realizado la interpretación de la fruta intentaremos que los niños repitan el gesto que les realizamos.
Las frutas que vamos a trabajar con los niños son:
Manzana, pera, plátano y fresa
Para hacer esta actividad es necesario no utilizar el lenguaje oral para incidir más en el aprendizaje del lenguaje signado.
Por último les enseñaremos el abecedario de la lengua signada. A medida que vamos diciendo las letras con su símbolo los niños lo repetirán, para asimilar el abecedario de esta lengua signada realizaremos el ejemplo con el kiwi. Además también les enseñaremos la inicial de su nombre, a medida que vallan pasando los días les enseñaremos el resto de su nombre con las letras del lenguaje de signos.
Con esta propuesta pretendemos introducir de forma transversal el lenguaje signado en el aula desde pequeños, ya que si los signos que van aprendiendo los aplican de forma cotidiana, por ejemplo a la hora del desayuno nombrando y signando la fruta que van a tomar, hará que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea más significativo.
Esta actividad va dirigida a los niños de 5 niños, para introducirles el lenguaje signado y enseñarles que no solo la forma oral es la única manera que tenemos para comunicarnos, les explicaremos que hay personas que necesitan de este lenguaje signado para comunicarse con los demás puesto que tienen deficiencias, no pueden hablar, oír y en ocasiones tampoco pueden ver.
La unidad didáctica que vamos a proponer es la de las frutas, en la asamblea les introduciremos el tema preguntándoles que frutas conocen, en el que seguramente saldrán las frutas más típicas. Luego les diremos que hay niños que no oyen el nombre de estas frutas, por lo que les preguntaremos como se lo dirían a esto niños.
Una vez escuchado a todos los niños pasaremos a mostrar las diferentes tarjetas en las que primero dirán ellos la fruta y luego se les enseñará como se dice en la lengua de signos. Cuando hayamos realizado la interpretación de la fruta intentaremos que los niños repitan el gesto que les realizamos.
Las frutas que vamos a trabajar con los niños son:
Manzana, pera, plátano y fresa
Para hacer esta actividad es necesario no utilizar el lenguaje oral para incidir más en el aprendizaje del lenguaje signado.
Por último les enseñaremos el abecedario de la lengua signada. A medida que vamos diciendo las letras con su símbolo los niños lo repetirán, para asimilar el abecedario de esta lengua signada realizaremos el ejemplo con el kiwi. Además también les enseñaremos la inicial de su nombre, a medida que vallan pasando los días les enseñaremos el resto de su nombre con las letras del lenguaje de signos.
Con esta propuesta pretendemos introducir de forma transversal el lenguaje signado en el aula desde pequeños, ya que si los signos que van aprendiendo los aplican de forma cotidiana, por ejemplo a la hora del desayuno nombrando y signando la fruta que van a tomar, hará que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea más significativo.